martes, 9 de octubre de 2018

JÓVENES DE DÉCIMO LENGUA Y LITERATURA

BUEN DÍA JÓVENES
ESTE TRABAJO LO REVISARÉ A PARTIR DEL DÍA JUEVES 11
LEA EL TEXTO Y RESPONDA
1.- según el texto: ¿Qué es lo que hace a las lenguas únicas y diferentes de las otras?
2.- Escriba 2 diferencias entre la concepción kichwa de Pachamama con la concepción occidental de naturaleza
3.- Averiguo qué palabras en español podrían significar “minga”
4.- ¿Son las lenguas fijas e inamovibles? ¿ por qué?
5.- ¿Cuáles son los orígenes del español?
6.-  ¿De qué lenguas recibió influencias y aportes el español, a lo largo de muchos siglos de desarrollo?
7.-  ¿Sigue el español recibiendo influencia de otros idiomas?, ¿De cuáles?
8.- ¿Qué significa: llucho, shungo, chango, taita y yapa?
Una lengua, una forma de pensar
Las lenguas transmiten culturas únicas, maneras de interpretar la realidad, la conducta humana y las emociones. Cada lengua tiene su manera propia de transmitir estas interpretaciones. Por ejemplo, la lengua cheroqui, hablada en  Oklahoma (Estados Unidos), no tiene una palabra para despedirse, solo “te volveré a ver”. Del mismo modo, no existe ninguna frase para decir “lo siento”.
Podemos encontrar ejemplos más cercanos en el kichwa, donde no existe el imperativo y se dice
“deme haciendo” para pedir algo a alguien, pues no es parte de la realidad de esta cultura situarse
en la posición autoritaria de dar órdenes. Tampoco la palabra Pachamama encuentra su equivalente en español, porque va más allá del concepto “naturaleza”: implica la relación que tenemos con esta y Con todos los seres que nos rodean. O la palabra “minga”, que hace referencia al trabajo colaborativo en el que todas las personas se ayudan para aportar a la comunidad. Sin el lenguaje, la cultura misma podría tambalearse o incluso desaparecer. “Si vamos a sobrevivir, seguir adelante y existir como un pueblo con una cultura distinta y única, entonces tenemos que tener una lengua”, dice Tom Belt,
estadounidense de Oklahoma, que no conoció la lengua inglesa hasta que empezó la escuela, pues en su casa, se hablaba cheroqui. Las lenguas reflejan distintas formas de interpretar el mundo y no hay dos que sean iguales; cada una proporciona distintas vías de pensamiento y marcos únicos para pensar y resolver problemas.
Las lenguas son abiertas y viven transformaciones constantes
Ya vimos que cada lengua refleja, de manera  única, una cultura, una forma de pensar y unos
valores concretos. De la misma manera, las lenguas tampoco son una estructura cerrada, sino que viven constantes transformaciones, se desarrollan junto con la cultura, la forma de vida, de pensar y de interpretar el mundo por parte de sus hablantes. Los orígenes y la evolución del español A nuestra lengua en sus orígenes se la conocía como castellano porque se originó en Castilla, reino de la Península Ibérica durante la Edad Media. Recibió su mayor influencia por parte del latín, con la llegada de los romanos a la Península Ibérica a partir del siglo III d.C. Palabras como agua, problema, cabeza, liberar, mente, reparar, población, cultura, etc., provienen del latín. También recibió gran influencia del griego, que a su vez influyó grandemente en el latín (pues la civilización griega se desarrolló antes que la de los romanos, que la tomaron como base en muchos ámbitos), dejando palabras en español como gramática, tragedia, piedra, museo, ecosistema, economía…
Antes de la ocupación romana, la península estaba poblada por los pueblos prerrománicos
(godos, celtas e íberos), que tenían diferentes lenguas de origen indoeuropeo de las cuales el español actual también conserva muchas influencias.
Algunas palabras que se conservan de estos pueblos, son por ejemplo camino, cerveza, carro, camisa, perro, galápago, compañía, guante, jabón, fresco, manteca… Durante la Edad Media y los muchos siglos de ocupación de diferentes partes de la Península Ibérica por los conquistadores musulmanes,
que hablaban mayoritariamente el árabe, el castellano recibió también grandes influencias de esta lengua. Palabras como por ejemplo aceituna, aceite, arroz, azúcar y café, así como todas las palabras en español que comienzan por al– proceden del árabe: alacrán, álgebra, alfombra, almacén, alcohol, albañil… Al castellano se le comenzó a llamar español a partir del siglo XVIII, habiéndose  transformado mucho desde sus orígenes, debido al paso del tiempo y a las influencias del árabe y también de otras lenguas extranjeras como el inglés y el francés, de la que fue tomando préstamos
que se conocen como extranjerismos cuando aún no han sido aceptados dentro de la lengua española (anglicismos del inglés, como parking y computadora, y galicismos del francés, como tour o chef).

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